lunes, 30 de marzo de 2015

 No sé que título ponerle a esta entrada

Hola a todos! Leyendo mi cuaderno/diario encontré algo que escribí hace tiempo y me pareció muy tierno, así que decidí for the very first time compartirlo con alguien.

Advertencia: Aclaro que me encontraba bajo los efectos de haber leido Cortázar y no me hago responsable por lo que pueda causar en ustedes mi habilidad de escribir algo taaaaaaaaaaan cursi. 

Leida la advertencia pueden proseguir a leer mi historia: 
¿Quieres que te cuente una historia?
Hubo una vez una chica muy triste que vivía con el corazón roto, se cerraba al amor y no creía poder sentirlo por nadie, ni por ella misma.
Se guiaba de suposiciones y quería siempre tener todo bajo control.
Un día decidió hacer algo diferente, era un día como cualquier otro. Mientras caminaba planeaba las cosas que debía hacer en los días posteriores porque vivía pensando en el futuro y atormentada por su pasado.
Llegó a su destino, el lugar que usualmente visitaba. Llegó sin invitación pero con ganas de hacer algo único. Lo verdaderamente único fue ver a alguien más y olvidarse del resto. Fue como si algo hubiera despertado en ella. No podía parar de mirarla y no entendía el porqué.
Así pasaron unos días pero ya nada era igual, ella había encontrado algo que jamás tuvo. Algo que no puede poseerse ni controlarse. Sus ojos habian encontrado el alivio, como el arcoiris que viene después de la tormenta. Volvió a ver a ese alguien, volvieron las mariposas, el entusiasmo y la alegría, todo junto.
Era como si el universo hubiese conspirado para que todo saliera con naturalidad.
Temblorosa no pudo emitir ninguna palabra pero eso no importaba, ya no estaba triste, desde ese día estaba completa.
Lo que vino después fue un sinfín de pensamientos acerca de cómo acercarse, como actuar, qué hacer para encontrarse con aquella chica de nuevo, con aquella sonrisa que nacía en su rostro para convertirse en el suyo. Fue extraño ya no sentir miedo. Pasó mucho tiempo hasta que pudo encontrarla nuevamente y esta vez sin excusas ni rodeos se dirigió hacia ella. 
Pudo contemplar además de tanta belleza, una luz que se intensificaba en sus ojos, esos ojos que volvieron la vista a su rostro y cambiaron su suerte para siempre.
Entre nervios y sonrisas le habló por primera vez, fue hermoso, dejando de lado aquellos discursos preparados y sin vergüenza por sentirse así. Fue mágico. Ella era mágica. Esa chica que sin saberlo iluminó su destino.
Y no termina aquí, fue dificil pero cambió, creció y hoy nuestra protagonista no es más una chica triste. El pasado quedó atrás y el futuro aún incierto no la asusta. Le crecieron alas para volar, ya no necesita más de nada ni nadie para cumplir sus deseos más que a su musa, la reina de su inspiración. En un día la triste oruga se transformó en mariposa. 
¿Quieres saber algo mas? La protagonista soy yo y ese alguien que cambió mis días lluviosos por tibios atardeceres sos vos. El amor que siento hacia vos me cambió. No me da miedo que me lastimes porque aprendí que siempre las heridas sanan aún cuando el tiempo de sanación sea indefinido. 
Aprendí que mis ojos ven mejor cuando te miran. Que si estás feliz contagias alegría. No tengo miedo de enamorarme ni de que vos no sientas lo mismo. Aprendí que las dos somos buenas separadas pero juntas somos mejores. Ahora sé que incluso en la oscuridad alumbran las estrellas.

Bueno espero que les guste mucho! A mí me gustó leerla de nuevo. Ya voy a ver si me animo a subir algo más nuevo y más trabajado.
Vamos que ya se termina marzo y estamos cerca de Pascua! Ando con mucho amor dentro de mí y no me refiero a estar enamorada, sino que mis días estás más cargados de felicidad, como si a todo lo viese con más claridad y color. 
Los dejo porque ya fui demasiado cursi por hoy.  Naaa ni yo me lo creo! Me voy a leer Neruda y les dejo este tema para llenar su noche de amor.
Bellísimo tema



Andu.



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