martes, 3 de marzo de 2015

Amores Tóxicos


Amores capaces de hacernos perder la cabeza, que nos levantan, que nos tiran, nos alegran para después volvernos a lastimar.


Valeria está hace años con un maravilloso hombre, el cuál siempre esperaba que ella esté a disposición de él, siempre esperando que ella haga cada cosa que el diga, y ella lo hacía con tan de hacerlo feliz, ya que su amor de película era mucho más importante que el amor que podría tenerse ella misma.

Fede salía con una chica, por la cuál él dejaba sus sueños y metas para cumplir las de ella. Siempre estuvo cuando ella lo necesitó. Ella por su parte le gustaba jugar a vení que te necesito y después cuando ya te tengo, no te quiero. 

¿A quién no le suena familiar alguna de estas situaciones? Situaciones como estas, y a veces mucho peores son las que nos hacen perder la fe en el amor, y muchas veces, creemos que nos merecemos este tipo de conductas, pero no, no es así. 


 Muchas veces pasa que cuándo conocemos a alguien nuestro cerebro rápidamente crea una serie de idealizaciones, que hacen a esta persona perfecta cuando en realidad está lejos de ser así. En ocasiones nos encontramos en constante espera de que esta persona cambie y demuestre ser lo dulce que es nuestra cabeza. ¿Qué ocasiona esto? Es un desgaste emocional constante que tarde o temprano pasa a ser físico. 
Hablando seriamente, nadie merece este tipo de trato. ¿Cómo reconocer si estamos atrapados en un amor así? Fácil, el amor es bello (tiene sus problemas, dificultades y demás, pero es hermoso!) y si por el contrario tus relaciones no hacen más que hacerte sufrir puede que algo no esté funcionando como debería.
Cómo dice Cortázar "pobre amor el que de pensamiento se alimenta".

 Si te está pasando algo así, querido/a lector/a quiero que sepas que sos muy especial, y no necesitas que nadie te quiera para quererte. Deja de lado este tipo de relaciones, porque a fin de cuentas siempre acabas con el corazón roto debido a una persona que no se merecía ni cinco minutos de tu tiempo. 

Empecemos por lo sano y cortemos con lo que nos hace mal, es el primer paso para ser felices. 

Andu.


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